Sobre mi

Flâneur, este término francés que significa «paseante», «callejero», me define perfectamente. La persona que vaga por las calles, que callejea sin rumbo, sin objetivo, abierta a todas las vicisitudes y las impresiones que le salen al paso. Ser una Flâneuse en cualquier gran ciudad es un acto subversivo, ir contracorriente siguiendo tu propio ritmo es un reto. Esta actitud es una «revolución silenciosa» a la que os invito.

Cada día es una oportunidad para deambular por la ciudad. Salir sin prisa y con el único objetivo de disfrutar del tiempo, mirar la ciudad que me rodea, disfrutar de alguna propuesta artística y comentar la experiencia en torno a una mesa. Ese es mi plan perfecto y mi propuesta para vosotros.

Si vives en Madrid y quieres explorar otra posibilidad de disfrutarla. Si quieres organizar una cita con tu pareja. Si tienes visitas y quieres ser un auténtico «Cicerone». Si quieres un punto de partida para perderte y terminar encontrando tu propio destino. Este es un buen punto de partida.

Baudelaire asocia la ‘flânerie’, más que con la ligereza, con la disponibilidad de la atención. Y para potenciar la atención es necesario que el ‘flâneur’ esté totalmente desocupado: que pasee sin prisas, sin rumbo fijo, sin destino u objetivo y que mire muy de cerca lo que le rodea.